Hablábamos ayer de cómo gestionar la reputación de las empresas en la red y poníamos como ejemplo la decisión de Kit Kat de tratar de eliminar de youtube un vídeo que desaprobaba la forma de Nestlé de elaborar este producto.
El vídeo había sido realizado por un grupo ecologista que trataba así de generar en el ser humano la conciencia de que los beneficios de muchas empresas se originan perjudicando nuestro medio ambiente. Concretamente este grupo denunciaba que Nestlé estaba usando para fabricar su conocida chocolatina un aceite de palma, y que esta actividad destruía la selva de Indonesia. Nestlé trató de paralizar por todos los medios esta campaña y acabó consiguiendo el efecto contrario, es decir, que la mayoría de la gente se enterara de lo que estaba sucediendo. Es un ejemplo de mala gestión de la reputación en Internet y es significativo ya que sucede a menudo. Cuando algún orgasnismo trata de censurar informaciones porque son críticas acaba provocando que esa información se expanda.
Otro aspecto interesante de la clase fue saber que el conocido buscador Google no es capaz de rastrear toda la información existente en la red, ya que no accede a importantes portales como Dialnet, libros de bibliotecas o sitios de pagos.
Por último vimos dos útiles herramientas Google docs y mendeley. A través de la primera los usuarios pueden guardar sus documentos en la red, mientras que la segunda permite disponer en Internet de nuestra bibliografía e incluso compartirla.
Estas dos herramientas pueden ser muy positivas para los internautas y es que las nuevas tecnologías son útiles para la vida y evidentemente no se puede renunciar a ellas. Por eso me sorprendió el sábado pasado ver en el espacio de la asignatura un recuadro donde aparecían unos hombres que se oponían con vehemencia a la aparición de la rueda. Esta tira cómica buscaba comparar a los citados hombres con quienes a lo largo de las clases y comentarios en los blogs han visto como negativo el uso que en ocasiones se le pretende dar a las nuevas tecnologías. Es una comparación inadecuada porque estas personas no se oponen a la llegada de las nuevas tecnologías, sino que cuestionan cómo y cuándo utilizarlas.
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